SANTO DOMINGO. Desde anoche el Licey vuelve a tener que inclinar su cabeza hacia abajo para ver a los demás equipos de la pelota dominicana en el número de campeonatos. Le tomó ocho años, forzar un partido extra para entrar a una final a la que no llegó como favorito, pero es nueva vez el rey absoluto.
El capitán Emilio Bonifacio se puso la capa de héroe en el momento en que más lo necesitaba el conjunto, con el guante y el bate, en el séptimo de la suerte que definió el triunfo 3-2 sobre el Escogido en el octavo partido de la final 2013-2014.
Tras ganar los primeros tres encuentros de la serie, la tropa gerenteada por Manny Acta superó la arremetida melenuda, que se impuso en los siguientes tres, pero los últimos dos correspondieron para los nuevos monarcas. Acta ya ganó como dirigente en la 2003-2004.
Con el partido igualado a dos carreras en la apertura del séptimo episodio, los Leones llenaron las bases con un out. Sin embargo, Carlos Santana falló con un elevado a segunda y Jesús Feliciano disparó una línea que Bonifacio atrapó con un salto de un baloncestista para terminar la entrada, acabar con los nervios de ambos lados y desatar la locura de la afición azul presente en el estadio y aquellos que siguieron el choque por la televisión, la radio y la Internet.
Al cierre de ese capítulo, Bonifacio, que entró al turno bateando de 3-0 con dos ponches en el juego, con promedio de .227 en la serie y con la gradería pidiendo su cabeza, tuvo la oportunidad de completar el libreto de la obra que nunca olvidará liceísta que haya visto el partido y no la desaprovechó.
Con dos outs, "Boni" disparó sencillo detrás del torpedero que envió a la goma la vuelta del triunfo y pasó de villano a héroe.
El triunfo fue para Víctor Marte, la derrota para Armando Rodríguez y el salvamento para Juan Carlos Cruz.
Evan MacLane abrió por el Escogido y trabajó las primeras seis entradas en las que apenas toleró dos hits, el primero en el quinto episodio, y una carrera limpia con seis ponches. Francisley Bueno estuvo en la lomita azul cinco capítulos y un tercio de dos vueltas, cinco hits y dos boletos.
Carlos Santana empató la marca de transferencias recibidas en una serie final con 12. Bob Beall, con las Águilas, alcanzó esa cifra en la final de la temporada 1980-81. Anoche, los escarlatas dejaron 11 hombres en las bases y batearon de 12-2 con hombres en posición de anotar.
El refuerzo Lew Ford fue escogido como Jugador Más Valioso de la serie. Bateó para .346, con dos cuadrangulares y seis carreras impulsadas.
La corona permitió a los azules romper el empate en el número de campeonatos con las Águilas, uno que los añiles igualaron en la estación 2008-2009, también con José Offerman en el banco e ingresando a la dirigencia como sustituto.
Los títulos aguiluchos de las temporadas 2006-2007 y 2007-2008 les permitieron adelantarse 20-19 a los azules.
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